El rebeco o también denominado “sarrio”, tiene un peso aproximado de 25 a 35 kilos, con una altura hasta la cruz de 70 a 80 cm.
Su vista, olfato y oído son extraordinariamente buenos, pero nada comparable a su facilidad y capacidad para trepar por áreas escarpadas, e incluso en época de nieve y hielo. Esto se debe a la estructura de las pezuñas y, en concreto, al diseño de las membranas interdigitales, que les ayuda a moverse y a mantener el equilibrio.
Precisamente, por ello, convierte la cacería en un desafío para los amantes de la alta montaña, que sin duda, conocerán una experiencia única donde el maravilloso paraje, la dureza del terreno y tiros lejanos, crean un acecho que todo cazador debe conocer alguna vez en la vida, llegando a cazar en altitudes superiores a los 2.000 metros y en situaciones más frías, cerca de los 1.000 metros.
Nuestra época preferida para localizar y abatir grandes ejemplares, es un su celo, de octubre a noviembre y como ultima opción, en Enero.